lunes, 5 de septiembre de 2022

La estepa y sus polvorones.

Pensaba Groucho en el señor Gorbachev, en sus años, sus implicaciones en la Historia, como le amaban los medios USA, su importancia en lo que hizo, que siempre me pareció la única salida posible, hay que decir que internamente y en el exterior los juicios eran dispares. Recordaba mi visita de 1981, casi un mes a la URSS, me pareció un país triste, con miedo, pobre, falso; reconozco que Kiev era algo diferente a Moscú o Leningrado, pero la nación entera era como un decorado de cartón piedra, eso si volando en cabina desde Varsovia se veían esos terrenos enormes ... en verano. El camarada Breznev, con nombre de chocolate belga, la penúltima joya, me permitió entrar Su armamento nuclear, subs, misiles intercontinentales, sus millones de soldados, la estepa, Siberia, todo era una realidad. En cuanto a la ideología nunca vi más claro el fracaso, un régimen comunista de verdad, podría conseguir la nada. El mundo no escarmentó, China ahí está, con matices, pero muy parecido, hay muchos países en América del Sur o Centro América; la perla del Caribe, sin Fidel, con sus peculiaridades, ahí esta. Ninguna de esas naciones son modernas, las que quedan en África o Asia tampoco. Es un camino utópico, o no, que se sabe a donde lleva quizá porque niega simplemente la libertad, impone; aunque contase con brillantes mentas ( que no suele ser el caso) también se estrellaría, no sólo es el comunismo es la idea que tienes de la sociedad, de tu país. Leía un artículo reciente de Raúl del Pozo, originario del diario Pueblo y Mundo Obrero, octogenario, trabajador, brillante en su quehacer diario donde se preguntaba sobre las ideas de país del actual presidente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario