Supongo que el calor no es un buen aliado, quizá. derrite más que el frío, no se si afecta a las meninges. Hay que animarse con un whisky, un Acuarius, una sin alcohol o cualquier cosa, vendrán tiempos mejores. A veces es con una buena película, obra de teatro, un buen libro o ver la imagen del alcalde junto a Tavares, qué cosas tiene la altura, que grandes son algunos. Waterloo puede esperar.
Oigo que el Supremo es "sedicioso" y "prevaricador', Otras de las perlas es que" les da igual porque saben que nadie se atreverá a juzgar a los jueces del Supremo, que siguen obedeciendo la orden del Rey del ir a por todos nosotros", El Rey, el jefe del estado, de una nación con su constitución está detrás de todo. Me gustaría ser capaz de consultar a alguien sabio, español o no, que me lo explicase. A veces pienso que se habla de asuntos importantes como si fuese un partido de fútbol. Cómo no tengo a nadie pienso en Lubitsch.
En medio de la calor voy a un tanatorio, indudablemente porque alguien ha fallecido. No voy a entrar en los detalles. El conocido lugar es cómo es... lo que es. Procuro concentrarme, veo la gente de otras salas, todo parecido. Son muchas personas, de distintas edades y condición. Como me pasa cuando estoy perdido recurro a Lubitsch, alemán de Berlin, judío, que vivió una época fascinante, muy peligrosa. Recurro a su famoso estilo, a "su touch", ese sugerir otras cosas de más. Ya saben que Billy Wilder decía ¿ qué haría Lubitsch en este caso?. Pienso en su Heaven can wait, en otras versiones, Una equivocación, una segunda oportunidad.
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