Fui a una charla de un periodista con el Director del Museo del Prado que lleva 12 años en el cargo y todos alaban su labor. La charla por supuesto era sobre el personaje, su labor, ideas y respuestas al periodista. El Prado cumple 195 años y esto llevó a un acontecimiento más lejano de 1789.
En resumen, al final apareció la revolución francesa como un motivo de reflexión sugerido por el entrevistado y me hizo reflexionar.
1789 ¿ Cómo era Europa, el mundo?
La revolución nos cambió y cambió al mundo, con ella empieza la Edad Moderna, mucho se ha avanzado, mucho retrocedido y sus sueños siguen ahí: Igualdad, libertad y fraternidad. He alterado el orden a propósito.
Igualdad, no todo somos iguales, pero quizás más que hablar de igualdad en el mundo occidental, en el estado del bienestar, en la Desunión Europea, deberíamos hablar de JUSTICIA. No importa que no seamos iguales, que no seamos clones, que seamos diferentes, distintos, siempre que exista justicia, porque la injusticia es la raíz de todos los males.
Libertad, somos libres, no lo eran muchos en 1789, pero hay que hablar de RESPONSABILIDAD. Quizás hemos utilizado tanto la palabra libertad, para liberarnos de cualquier opresión, que cuando la hemos logrado nos hemos olvidado de ser responsables, de educar en responsabilidad y nos hemos convertido en irresponsables.
Fraternidad, hoy en día no hemos desarrollado mucho la caridad, virtud cristiana por excelencia, somos egoístas en nuestro bienestar, quizás deberíamos volver a hablar de SOLIDARIDAD, de ayudar, de continuar pedaleando porque esas ideas y principios de 1789 los vamos manipulando con la condición humana .
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