Mr. Obama masca chicle.

Lo de la goma de mascar se puede convertir en un problema, porque las cámaras cachan a Mr. Obama por todas partes, donde vaya, en cualquier ángulo y también en China.

Seguramente son chicles de nicotina porque al presidente le gustaba fumar y le dura el vicio. Me temo que mienten, no lo ha dejado, y la cuestión es que se echa algún cigarrillo de vez en cuando como el ficticio presidente Bartlet ( el ideal) en The West Wing cuando pedía cigarrillos a los agentes del FBI y se los fumaba a la salida del despacho oval, en una escena muy cinematográfica entre JFK, FDR y algún otro.

Aquí no sabemos tantas cosas ni del presidente ni de los ex-presidentes, que se inflan  de vanidad cuando les llaman presidente ( el colmo es que a Pedro J. oí que le llamaban director aunque ya no lo sea ¿Y quizás a Raúl, el del Madrid, hay que llamarle capitán? La estupidez puede alcanzar cotas increíbles). Ni sabemos mucho de casi todos los que viven de lo público, somos muy discretos para lo cotillas que somos.
Y entre ellos, presidentes, ex o políticos,deben discutir lo que va a pasar después del día de La Almudena de este año de gracia.
Hay dos millones, por lo menos de habitantes, personas ( mayores de 16 años, emigrantes incluidos) en Cataluña que me temo tengan tendencias independentistas, hay elecciones cercanas, los partidos que han aglutinado a la mayoría de los votantes están en crisis profunda, sin credibilidad, la mayoría de sus líderes tocados, los casos de corrupción puede que no hayan salido todos, la economía en la Desunión Europea no va para arriba, un partido nuevo surge de la nada y aglutina el descontento, etc... y lo peor puede ser que no educamos debidamente.
Y de mala educación es mascar chicle, ciertamente, pero me gustaría que ese fuese el problema de los presidentes de los españoles, que antes fumaban puros habanos, casi todos.