A mi miedo me dio "The Quartermass Xperiment" de pequeño y estuve varias (o muchas...) noches inquieto. Me llevaron los mayores a ver esta película y claro no pegué ojo.
Supongo que era un niño muy sensible.
Nuestros pequeños disfrutan con Halloween, aunque, por mucha propaganda que se le de, no tiene el gusto de los USA. Allá los niños disfrutan un poco más que los de aquí y los adultos se ven arrastrados. Recuerdo el olor de New England, el frío nocturno que aparece, las chimeneas, el consumo por doquier.
El género de películas de Terror también tienen su público.
Puigdemont, el ciudadano, ha ido a buscar el suyo a la fría, Bruxelles, de edificios hermoso, parques amplios, patatas fritas, chocolate, cerveza y teórica capital de Europa, porque los belgas son más peseteros que el tío Gilito, sin su ingenio ni su corazón aventurero.
En el club de prensa ha vuelto a reiterar su perorata en francés, catalán y español, como si buscase un empleo en la Comisión. En medio de la burocracia de la Desunión Europea, ha argumentado sin argumentos que no hay garantías en España. Ha utilizado sus tópicos, manipulaciones, retórica y demagogia mientras aquí le citan para el jueves. Su discurso es un insulto a la inteligencia y al conocimiento.
¿Qué va a hacer? Al parecer algunos de sus consejeros vuelan en low cost a España.
Él ex muy honorable, como Pujol, Mas & Company, se irá al Roi de l'Espagne en la Grand Place a tomarse una cerveza o quizás le parecerá muy español el nombre. Buscará la alternativa de esos mejillones del Mar del Norte con frites que en Pontevedra despreciarían por "pequenos" y que casi todo está en la salsa.
Al final que se zampe una buena butifarra a ver si le cambia la cara, que me está empezando a entrar miedo. Serán las brujas que llegan.
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