Ayer 30 de septiembre y hoy el famoso 1 de Octubre.
La escenificación en Cataluña está ocurriendo y aunque se interrumpa la votación ya parece meridiano que los Mossos "pasan" y entonces el gesto de autoridad va a recaer sobre la Guardia Civil o la policía Nacional.
Sin haberlo planeado ayer estaba en Las Ventas del Espíritu Santo y además en el tendido alto 7.
En cuanto a los toros, regulares, alguno con 150 kilos más que sus hermanos y en general nobles de hechuras desiguales. Se abrió la Puerta Grande para Perera y entiendo como dice un amigo mío que el nivel es el que hay.
Lo curioso es que estaba allí porque alguien querido me había dicho que si a Hemingway le gustaban los toros quizás valiese la pena ir una vez.
No voy a escribir sobre el arte de los toros, incomprendido y tratado sin piedad como dicen que se trata al animal. Esto va de gritos.
Unos gritaron ¡Viva España! ¡Viva el rey! ¡Viva la Fiesta Nacional!
Un entendido del tendido siete a mi lado gritó ¡Viva Juan! porque se aburría de los toros , al segundo dijo: corrijo ¡Viva Joan!.
Me hizo gracia.
Luego entre sus bromas vió que dos filas más abajo una señorita, turista, mostraba la parte trasera de su pantalón vaquero con una raja de pompis llamativo y gritó:
¡Pepe, que me ha llamado Puigdemont y han abierto ya las urnas !
Tardé en darme cuenta pero el culito valía la pena. Ella se dio cuenta que algo pasaba y se tapó. Se acabó el espectáculo.
En Madrid, en los toros, el humor y la coña sustituían al arte de los toros, con cierto arte.
Todo la víspera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario