La Ley es hermosa, fascinante, útil e imperfecta.
Se puede modificar, adaptarse, pero hay que actuar conforme a esas normas de convivencia, hasta encontrar otras más justas.
Además hay que someterse a ella y hacerlo conforme a la Ley.
Representa uno de los grandes progresos de los grupos humanos, una mejora en la línea de la convivencia ideal, un gran logro. Lo que ocurre es que no es perfecta y el factor humano la condiciona.
Todo lo que está sucediendo ahora en Cataluña tiene una interpretación simple: los que han votado ese intento de república estaba claro lo que pretenden, pretendían y me temo continuaran pretendiendo porque no son muy dotados. Son culpables de...para esos están los tribunales.
A los simples mortales nos parece que se han cachondeado del resto, se han pasado por el forro de los cojones la Constitución, el Estado de Derecho, la Ley y en nombre de algo que se han inventado y que erróneamente califican de libertad o democracia, o ambas ideas que manipulan, han pretendido tirar por la calle de en medio.
Nos parece que son culpables de diversos delitos y la convivencia, el orden y la justicia están en peligro. Ahora bien hay que demostrarlo;
Eso es precisamente el gran logro del Estado de Derecho que se ajusta a la Ley y es igual para todos. No basta con intuirlo, sentirlo, sospecharlo, hay que demostrarlo conforme a la Ley.
Para ser confuso, equívoco o turbio ya tenemos muchos personajes de la política en Cataluña y en el resto de España. Como dicen ellos mismos, personajes o personajas, que sigue la inadecuada forma de hablar que necesita poner el femenino y el masculino a todo, como si ese fuese el problema principal. Lo malo es que hay quién se lo cree.
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