Quedarse a la luna de Valencia es expresión vieja, y al final puede ser que signifique eso de dormir al raso fuera de las murallas de la ciudad, va de que llegas tarde por la razón que sea.
Los de Podemos han retirado a Iglesias, pero van con hacer ministros a su señora u otros como Echenique que me parece han sido muy claros sobre los independentistas en Cataluña. Ya veremos que nos cuentan, o si Iglesias se va a la luna o se queda en Galapagar, en contemplación telescópica.
Hace 50 años los USA llegaron a la luna, nuestro satélite.
Yo lo medio contemplé desde Ibiza. La mejor cadena de televisión, en cuanto a recepción, moviendo la antena cada dos por tres, era de Argelia, tampoco es que fuese maravillosa y precisa la imágen. La lengua, del locutor, el árabe, sin Benzema que me tradujese, aunque no había ni nacido.
La luna tan cerca y tan lejos, como el slogan de Portugal para el turismo, atrae a los humanos. Una noche de luna llena es un espectáculo precioso.
Recuerdo lo que más me preocupaba, el regreso de los chicos, los astronautas. uno se quedaba dando vueltas mientas los otros dos plantaban sus reales en la superficie lunar. Luego el módulo tenía que arrancar, despegar y acoplarse. En aquellos días los hispanos teníamos problemas con las baterías de los coches, claro que las cosas e inventos de la NASA eran de otra dimensión.
Al final llegaron, tocaron y regresaron.
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