Hoy San Fermín, salen los toros en Pamplona, se para el mundo porque hay que celebrar las fiestas del lugar ya que los americanos se fijaron en ellas cuando no existía el #Metoo, ahora no se si prestarían mucha atención, otros tiempos.
No se que ocurriría si en lugar de poner ese simulacro de mili que Macron ha plantado en Francia, los españoles y españolas, ellas y ellas, tuviesemos que ponernos obligatoriamente delante de un toro, o vaca, en la Calle de La Estafeta, la edad tope subiría como la jubilación.
Sería intersante el debate, lo mezclaríamos con los comportamientos en el orgullo LTGBI, en una teórica fiesta para inclur a todos, y todas, y donde la idea de tolerancia se muestra intolerante. Claro que para eso, hablando de tolerancia, está Rodríguez Zapatero que no sólo estuvo 7 años de presidente del gobierno sino que sigue pontificando en donde le escuchan. No crei que aquellos disparates se pudiesen repetir, tuviesen secuelas académicas, en efecto no se repiten, son diferentes, y son lo mismo.
Grecia no me produce mucho sosiego, un joven griego, 21 años, que ya ha votado a Txipras, dice que van a perder porque siempre, el pueblo griego, votan lo contario de lo anterior, demasiado simple, no es tan sencillo. Menciona aquello de no aprender de la historia.
En España Fernando Sánchez-Dragó, que no debería ser dudoso, por los años, hechos que le avalan, avisa que la política nacional no va a ser objeto de sus artículos, no me extraña. La imagen es lamentable, repetitiva, agotada de adjetivos, cansina muy cansina.
Vamonos a Pamplona que puedes salir en la tele.
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