Disney, la aplicación que envejece.

Tenemos, por lo que se lee, muchas ganas de hacernos mayores, de vernos mayores, es una prisa absurda, como si la vida se pudiese vivir dos veces. 

Ahora sale esa aplicación que encierra muchas lecturas, entre otras que pueden acceder a datos personales.

Los de Disney hagan o no hagan magia, copien bien o menos bien, siempre, o casi, hacen dinero porque el show debe continuar. Son los que mejor se aplican en esto de triunfar o no triunfar, saben que siempre hay un público, niños y papás o abuelos que lo fueron. El Rey León es un ejemplo.

La política no es igual que el mundo de Disney, ni tiene aplicaciones, se mueve por el presente, sensaciones, percepciones. Ha habido, en España, entrevista a Iglesias y luego a Sánchez desde Moncloa, aleccionados ambos, asesorados, con mensajes claros estudiados, ensayados, no quiere decir que todo el pescado esté vendido. El entrevistador el mismo gurú.

Ha quedado mejor el presidente en funciones, pero lo quue pase al final y la percepción del pueblo votante/sufriente puede ser otra. Da la sensación de querer dejarlo para septiembre.

Como apuntábamos hace unos días todo es una cuestión de confianza.