Hace mucho, mucho tiempo, un amigo, con gusto y bien informado, me hablo de Elton John, para mi que se alimentaba a través de la radio, aquellos programas de profesionales que viajaban o tenían discos del extranjero que oír. Me dejó una revista Playboy que hablaba del Billboard y del genio. Otro amigo hasta decía que Daniel la compuso en Ibiza, en memoria de un conocido. Lo recuerdo como una especie de prodigio, un Mozart del rock con su piano a cuestas. Ahora ha cumplido más de setenta años.
Lo que ha hecho, sus logros ahi están, sobre todos sus canciones, algunas fantásticas. No cabe duda que, sin llegar al genio de Salzburgo, era capaz de componer e interpretar, ayudado por Berni Taupin, principalmente, más que por otros. Luego, en estos días, aparece la película, esa que han estrenado recientemente. Ya saben que los biopics son negocio, luego se prodcuen. A mi me ha dado la impresión que se trata más de un musical, pensando en Broadway, el futuro, que de una película. Todos muy profesionales, bien remunerados, esforzados, pero con la impresión de no dejar demasiado mal a Sir Elton que está supervisando detrás. No sé si para decir la verad o preservar el futuro. Tendríamos que disponer de testigos fiables para opinar. Cada uno somos lo que somos, desde el genotipo y fenotipo hasta lo que nos rodea en forma de circunstancias, padres incluidos como muy relevantes. La culpabilidad de nuestros actos es generalmente nuestra o compartida y la mayoría tendemos a justificarnos de aquello que no supimos manejar. Si eres Elton John no se como te juzgas a ti mismo.
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