lunes, 16 de diciembre de 2024

Comunicaciones.

 

Dos meses fuera ya no es como dos meses fuera de hace 50 años que también lo viví, menudas vivencias aquellas, sobre todo en cuanto a comunicaciones se refiere. La diferencia fundamental reside en la información, la calidad es otra cosa, el tiempo se acorta. No hay cartas ni postales ni llamadas de teléfono imposibles sólo en emergencia. 

Las comunicaciones han cambiado. He hecho uno de los vuelos de más de 12 horas y la señorita de la derecha ha estado hablando por teléfono prácticamente un 80 % del tiempo, en árabe. Se que es un poco chocante pero cierto, su idioma el árabe o otro similar. Ya se que lo fascinante sería saber de qué hablaba. Parece exagerado pero seguramente fueron unas diez horas al teléfono ¿de qué se puede hablar?. Edad sobre los 25/30.

Las comunicaciones han mejorado en cuanto a los medios y capacidades, luego viene el contenido. 

En España casi todo sigue parecido, estoy al día. Leo que Amedo participante en una de las chapuzas del gobierno de aquella más inútiles leo que da consejos y lecciones. Amedo y Domínguez, no quiero hablar más de esos señores. Como antídoto o compensación he comenzado a leer un denso libro que gira alrededor de un personaje llamado Cicerón, un tomo de esos de mil páginas que desde la introducción del autor y sus primeros pasos sospechas que te va a gustar. Abarca ese siglo I AC donde todo sucedía a un ritmo frenético. Bueno y se acerca la Navidad, precisamente al final de ese siglo, ya con otra cuenta, no la fundación de Roma.

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