jueves, 1 de octubre de 2020

Martínez, el del telefonillo, sigue aguantando, límite 48 horas.

No me gusta repetirme, move on!  me dice el fantasma de Dickens de la Navidad pasada que no se porqué me habla en inglés en mis sueños, un inglés excelente en su acento y composición, asi pues no debe ser hispano, mira que tiene guasa, soñar en inglés, vergonzoso. Creo que es porque no quiero ser pesado, ni cenizo, hay que actuar diariamente con criterio, cierto optimismo, mi subconsciente se va a los ingleses. Ingleses que se encuentran un tanto perdidos en esta hora, ya se ponen a nuestra altura, los cimientos de Westminster se tambalean, el bronce de los cañones en Trafalgar se resquebraja. Claro que yo debo dirigirme a Martínez no a Smith., mal de muchos...consuelo de ingleses.

Da la impresión de encontrarnos en medio del vacío oscuro no sólo en estas Españas, donde dicen que un presidente de una autonomía, inhabilitado, puede cobrar miles de euros de por vida, porque yo lo valgo. otra presidenta apunta, no se si disparará, a desobedecer al gobierno de su nación en una confusión de medidas y desinformación o ignorancia. Martínez, el del telefonillo, vive en Lavapiés, y le voy a escribir.

"Querido Martínez, españolito normal y corriente, de esos que te utilizan para hacer las cosas en nombre del personal, españolito de paciencia, sano, incluso con buenas intenciones, que te ha tocado vivir esto con estos tus compatriotas, o venidos de otros lares, no pienses que es un castigo divino, no creas que eres el primer españolito que sufre, tampoco creas a tanto vendedor de humo, aguanta, aguanta con dos cojones, que al final todo se arreglará".




2 comentarios:

  1. ¡Ánimo Martínez!, o Pérez, o García, o Sánchez (no ese no), o Fernandez, ilustres todos compatriotas y hermanos!

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  2. Los Díaz (del river revival) aguantamos (de momento)

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