Llovía en Brisbane, Queensland, así que la calle se parecía más a Londres con los edificios victorianos que contribuyen absolutamente, la gente se queda parada ante la filmación, preguntan, sacan los teléfonos móviles, buscan a las estrellas, todo en medio del mucho trabajo que lleva el proceso. A eso del mediodía ha empezado a jarrear el agua para dar más jugo al ambiente. Una manifestación de aborígenes que no debería haber tenido lugar con las medidas covid-19 ha ocurrido, porque les consienten, protestaban por las minas de uranio que hay y las que pretenden escavar, ruido, policía, danzas aborígenes un poco tipo sección femenina. Brisbane tiene pinta de ciudad donde hay dinero, el toque inglés figura por todas partes. Hay un museo o Galería de arte moderno que tiene exposición permanente y ahora una del Met de NY con maestros de la pintura, algún hispano, Velázquez, Greco, entre ellos. La permanente no da para mucho, me han gustado los boomerangs, arcos, escudos del siglo XIX; te das cuenta del valor de países, artistas de India, China, Japón, Malasia, Tailandía, alguno con su buen gusto, Europa queda muy lejos. Al menos oyes mencionar Carpentaria, Torres (por el estrecho) y poco más de aquellos del siglo XVI que barajaron estas costas. Me he fotografiado con un tiburón blanco hembra 2-3 años, 2, 2 metros en formol, magnífico, también había un calamar gigante de los que viven a dos mil metros, en formol.
jueves, 8 de julio de 2021
En formol
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