Santo varón.

Hay algo que nunca he hecho hasta ahora, aunque nunca es tarde si la dicha es buena añaden, en este caso dudo de la bondad o maldad de las consecuencias, no sucederá nada. El periplo australiano implicaba hacer maletas, espacio, optimizar, y elegí un libro. Una novela de finales del siglo XX, autor de prestigio, un regalo que empecé en su momento, arrinconé y hasta ahora. El problema residía en sus casi mil páginas, tamaño para transportar y páginas para leer. Cuando lo inicié, creo que en dos ocasiones o vacaciones previas fue aparcado. El título es "Underworld" el lugar New York principalmente, dos premisas coincidentes que lo hacían sumamente atractivo. Recordaba que se hablaba mucho de baseball de tiempos dorados en barrios muy filmados, en medio de la lenta, larga, probablemente magistral descripción de aquellos enfrentamientos de los Dodgers de Brooklyn contra los Yankees, quizá es que la pelota base como traducían en las series dobladas en Puerto Rico nunca ha sido entendida por mí, ni vivida, ver a la gente comiendo, bebiendo, hablando, me desconcentra. Ahora voy por la mitad, sigo opinando que esta muy bien escrito, no me meto en los personajes, he estado a puntos de pasarme a los audios de Florentino, santo varón que decía don Luis.