Quizá deberíamos ponernos a pensar a título individual dónde vamos, que somos, que hacemos aquí. Repasaba la prensa, oía las quejas en conversaciones sobre la absoluta confusión que parece se vive en España en medio del ambiente político las aspiraciones de los ciudadanos, su preparación, sus incoherencias. Leía a un periodista británico que opinaba que el principio de la decadencia llegó con la caída del muro de Berlín, para USA y el Reino Unido, como si no hubiesen sabido que hacer desde entonces. Es cierto que tener un enemigo claro sobre el cual concentrarte te ahorra muchos quebraderos de cabeza, curioso que ese enemigo de régimen totalitario fue aliado y exportador de ideas que todavía perduran, al menos por aquí. Me paso a los cuentos. Cuando veo el show de Larry David, el personaje, situaciones, edad, en medio de LA/Santa Monica, repleto de lugares familiares disfruto de su ingenio, con sus imperfecciones y me digo que eso no es así ¿cuántos gringos hay como mr David sean o no judíos?. Le comprendo, me identifico, sigue con sus cosas a sus 76, su mundo, sus amigos, negocio, habla mal, todos dicen tacos, se queda de todo, es un cascarrabias, realmente no se bien lo que quiere. Claro que es un personaje, ficción. Hay un detective Bosch que vive en las colinas de Hollywood, ya retirado, sigue investigando, sólo oye jazz, vinilos, lleva su Rolex submariner, no se casa con nadie, se toma un whisky de vez en cuando, ni liga, también es ficción. Los mundos son otros, dentro de nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario