martes, 28 de octubre de 2014

Lección de los sajones.


Algo bueno hemos hecho los españoles por el mundo, algo debemos seguir haciendo. 
Ayer asistí a una conferencia-entrevista-diálogo con Don Ramón Tamames, en excelente forma. Habló de muchas cosas, pasado y actualidad y me quedo con una idea, que comparto, sobre lo que España hizo en el siglo XV, tan extraordinario, que los sajones no nos han perdonado. 
Luego se extendió en como ellos supieron abandonar la teocracia antes que nosotros y como estamos a tiempo de aprender lo bueno de estos queridos sajones para poderles jugar de cara y ganarle en Old Trafford (esto es cosa mía). Una recomendación a futuras generaciones.
¿Cómo pudimos hacer tanto con tan poco en el siglo XV?
Reflexionó sobre cultura, idiomas, sueños y realidades, sentido común, anécdotas y política. Y no se porqué me trasladé a los tiempos de Henri IV, el de Navarra, nacido en Pau. Personaje vital, de otra Francia, de otra España, pero que surgen de vez en cuando.
Paris vale lo que quieran, el precio que pidan, porque no voy a repetir lo de la misa, frase que hizo famosa ese rey de los de hace mucho, de aquellos que reinaban y que se agradecían, humano con defectos y virtudes. y una pena que no podamos saber más de él. Creo que le asesinaron en la rue de la Ferronerie paralela casi a la rue Rivoli y calculo que a unos quinientos metros del Louvre. A otra distancia similar, opuesta, en el Marais,  el museo de Pablo Picasso ha reabierto después de unas grandes obras. Ese otro genio, que como persona a tratar debía ser de aúpa, fue fichado y casi apropiado por los franceses en ese arte seductor que profesan, complementado por los inigualables atractivos de Paris.
Me da la impresión que Don Pablo Picasso disfrutó de Paris, como disfrutó  de la vida, se dejó querer fundido en sus nostalgias por los recuerdos de la niñez y dejó sus obras preferidas para el legado del museo en Barcelona. Al fin y al cabo pensaba que era capaz de pintar cualquier cosa, como los españoles del siglo XV capaces de cualquier cosa.
¿Y los de ahora, los de mañana?

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