Inspiración, inspiración, es lícito buscarla en lo que nos rodea, aunque no encontremos la salida adecuada de la cueva de las frustraciones.
La naturaleza, el entorno, nuestros semejantes, son un filón inagotable, que puede llegar a aburrir. El ambiente de los medios de comunicación se convierte en una pasadizo rutinario a explorar, aunque las sorpresas no abundan. No me refiero, solamente, a los medios de esta España, que nos preocupa, como siempre, sino a los de esas sociedades que luego se ponen como ejemplo en cualquier conversación. Ejemplo de sociedad avanzada-progresista dicen algunos-, demócrata, liberal, los países nórdicos, Islandia, o USA y UK, donde no se admiten como normales ciertos comportamientos absurdos que aireamos. De todas formas UK- o USA- pueden en la misma conversación pasar de ser ensalzados a no querer ni verlos. Vamos como el fútbol.
Liberal es una palabra muy utilizada, aunque no tanto como progresista.
El liberalismo-según RAE- tiende a reducir al mínimo la influencia del Estado. El progresista es aquel de ideas y actividades avanzadas.
A un premio Nobel de literatura peruano, enamorado en España, le oí decir que en nuestro país no hay liberales, de si hay o no hay progresistas, no escuché nada. Puede que sea cierto, ya que unos y otros no hacen sino suplicar que el Estado-gobierno de turno- resuelva todos los problemas.
Si eres de izquierdas eres progresista, porque lo llevas en la sangre, aunque luego promulgues el comunismo más rancio o cualquier otro sistema político fracasado. Si eres de derechas y te autoproclamas liberal es como si salieses del armario de la política indefinido. Machado-don Antonio- nos lo decía en sus versos y claro ese hombre no es de ayer ni de mañana, sino de nunca, de siempre de la cepa Hispana...
Me pregunto sobre el fruto si es podrido, si es una fruta vana...
Claro que al parecer don Antonio era un pesimista del 98, por aquello de Cuba-Filipinas y el Imperio.
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