Hoy de regalos nada, globos sin oro. Coliseo romano X.

No se si es así, pero hoy el fútbol del Madrid es así. Una vez se gana otras se pierde, el rival puede ser mejor, existe la suerte y las tendencias, todo esto hay que intentar controlarlo porque el futuro está en juego.

Era el día de Reyes, el público llegaba tarde y perezoso, supongo que esperanzado, la hora 6.30 pm extraña. Día de regalos para los inocentes y ofrecimiento del llamado Mundial de clubs a la afición, cosa curiosa ser campeón del mundo en este estado de forma, la gente aplaudió por inercia, aunque hasta los jugadores querían que se acabasen las celebraciones. 

Yo llevaba un mes sin pisar el estadio, sin ver jugar a mi equipo. Tiene mal aspecto la orina del enfermo.

Llegaba la Real Sociedad que no ha jugado mucho, el día que el oponente juegue bien nos van a dar un buen repaso, y ha tenido todo de cara, hasta el desacierto local.

Sacábamos nombres en la alineación, títulos, hasta antes de ayer campeones, y a Vinicius que ha animado a la concurrencia.

Un penalty innecesario, a los dos minutos, nos ha puesto cuesta arriba todo, aún así no hemos acertado en tres ocasiones claras antes del descanso. Los jugadores del Madrid ponían ganas y los visitantes corrían detrás del balón, iban ganando sin tirar a puerta y expulsaron a L. Vázquez. Siguieron intentándolo, desordenados, desacertados, se produjeron cambios y casi al final marcaron el 0-2 los de la Real, que celebraron como si de un campeonato se tratase, eufóricos, desencajados. 
El Madrid hace grande a cualquiera que le gane y hoy puede ganarle cualquiera. No ha sido el partido peor jugado esta temporada y el rival me ha parecido de poco nivel, quizá por eso es más preocupante. Hay varios, demasiados, mal, torpes, perdidos, con ganas sin chispa.

De los árbitros no hablo y el VAR debe hablar por si mismo.

En el campo somos el Madrid, cuando jugamos bien casi siempre ganamos, pero antes hay que ser competitivos y ahora mismo no lo somos.