Ya saben que Mr. Churchill era un hombre brillante, inglés si, hizo y dijo muchas cosas. Grandes aciertos, errores de bulto, el hombre adecuado en el momento oportuno, una frase suya es: " There are a terrible lot of lies going around the world and the worst of it is half of them are true" . Pido disculpas por el idioma, creo se entiende.
Una pena que no tengamos a un Winnie entre nosotros, defectos incluidos, porque nos vendría bien saber qué pasa. Ayer café, después de comer, me puse a ver "Margarita se llama mi amor(?)", no la acabé tampoco, ya lo justificaré.
No puedo, no debería permitírseme, no quiero, dedicarme al chismorreo. Hay que decir la verdad, sólo la verdad, nada más que la verdad. ¿ Qué es la verdad? preguntó Pilatos, gobernador de Judea, al reo, un tanto intrigado, un tanto curioso, en aquel juicio cara a cara con el acusado en el cual no encontraba culpa. No fuese a ser que ese esperpento humano, de inmensa dignidad, que tenía enfrente, aunque pareciese un despojo después del castigo, resultase que conocía la respuesta que los filósofos griegos y romanos, que había estudiado, nunca encontraron. ¿ Cuál es la verdad sobre el corona, llamándole en plan amiguetes? ¿Qué respondería el gran José Luis Ozores, Gurriato, al único que suspende otro grande, Pepe Isbert, en su vida?
Me sigo haciendo las mismas preguntas, son ya muchas noches, demasiados muertos, horas y horas de presidente/vice/ministros habituales, protagonismo, que aburren a las moscas más dotadas, y un panorama oscuro, donde cada vez que hay una evolución, necesidad importante, factor determinante, se vuelve a errar. Mi padre me enseñó a buscar evidencias, pruebas, siempre decía que antes de hacer algo había que preguntarse si podrías responder a un fiscal. Aquí no estamos ante un tribunal ni ante Pilatos que era juez absoluto ni hay una acusación formal, si que hay actuaciones que no son claramente explicadas, demasiadas, lo cual lleva a pensar que no es prudencia ni protección del ciudadano, ni planeamiento.
Una pena que no tengamos a un Winnie entre nosotros, defectos incluidos, porque nos vendría bien saber qué pasa. Ayer café, después de comer, me puse a ver "Margarita se llama mi amor(?)", no la acabé tampoco, ya lo justificaré.
No puedo, no debería permitírseme, no quiero, dedicarme al chismorreo. Hay que decir la verdad, sólo la verdad, nada más que la verdad. ¿ Qué es la verdad? preguntó Pilatos, gobernador de Judea, al reo, un tanto intrigado, un tanto curioso, en aquel juicio cara a cara con el acusado en el cual no encontraba culpa. No fuese a ser que ese esperpento humano, de inmensa dignidad, que tenía enfrente, aunque pareciese un despojo después del castigo, resultase que conocía la respuesta que los filósofos griegos y romanos, que había estudiado, nunca encontraron. ¿ Cuál es la verdad sobre el corona, llamándole en plan amiguetes? ¿Qué respondería el gran José Luis Ozores, Gurriato, al único que suspende otro grande, Pepe Isbert, en su vida?
Me sigo haciendo las mismas preguntas, son ya muchas noches, demasiados muertos, horas y horas de presidente/vice/ministros habituales, protagonismo, que aburren a las moscas más dotadas, y un panorama oscuro, donde cada vez que hay una evolución, necesidad importante, factor determinante, se vuelve a errar. Mi padre me enseñó a buscar evidencias, pruebas, siempre decía que antes de hacer algo había que preguntarse si podrías responder a un fiscal. Aquí no estamos ante un tribunal ni ante Pilatos que era juez absoluto ni hay una acusación formal, si que hay actuaciones que no son claramente explicadas, demasiadas, lo cual lleva a pensar que no es prudencia ni protección del ciudadano, ni planeamiento.
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