Estoy viendo "The Winds of War", y " War and remembrance", horas de afamada, condecorada, televisión, basado en los libros de Herman Wouk, brillante novelista, que de buques, guerra mundial, sabía mucho e investigó más. Empieza en Berlin, agregado naval, el protagonista Capitán de Fragata Victor "Pug" Henry. Pasa por todos los escenarios, batallas, momentos decisivos de Europa y el Pacífico, le hunden su USS California en Pearl Harbor, pierde a un hijo, naval aviator, en Midway, FDR, Churchill, Stalin, todo lo que uno se pueda imaginar en esos años del 38 al 45. Todos los personajes relevantes aparecen.También hay amor y lujo.
Captain Henry va progesando en el escalafón como la guera. Después del día de la infamia le dice a su nuera en Oahu: "No puedes estar seguro de nada de ahora en adelante". Es verdad en algunos momentos de nuestra vida.
No se lo que el ficticio, cara de esfinge, impasible, cumplidor, creible, honrado, honesto, Pug Henry opinaría del coronavirus en un buque relevante. En estos días, el portaaviones USS Theodore Roosevelt, nuclear, 5000 a bordo, más de 100.000 toneladas de desplazamiento, aviones/helicópteros, air wing variable con unos 250 pilotos/ NFO de primera, puede llevar más de noventa aeronaves, normalmente menos, operativas, todo tiempo, listos para combatir. No hay una máquina como esta clase de buque de guerra, caro, vulnerable, que nunca navega solo
A su comandante, piloto de helicópteros y reactores, elegido para la gloria, con experiencia operativa en portaaviones, le han quitado el mando. Había 114 de la dotación diagnosticados con covid-19, el buque regreso a Guam, los desembarcaron, han tomado medidas pero su comandante a casa. The New York Times, poca amigo de la actual administración, sin revelar fuentes, afirma que antes de hacer pública su carta a un periódico, el comandante había informado a su mando del problema. La publicó porque no le hacían caso. La US NAVY no gusta de estas cosas, hay que seguir la cadena de mando, lo consideran falta de liderazgo. Los medios, hablan del sacrificio de una carrera por su gente.Y son medios que están habituados a ver morir a las personas. Pug Henry pondría cara de palo y se callaría para si.
Captain Henry va progesando en el escalafón como la guera. Después del día de la infamia le dice a su nuera en Oahu: "No puedes estar seguro de nada de ahora en adelante". Es verdad en algunos momentos de nuestra vida.
No se lo que el ficticio, cara de esfinge, impasible, cumplidor, creible, honrado, honesto, Pug Henry opinaría del coronavirus en un buque relevante. En estos días, el portaaviones USS Theodore Roosevelt, nuclear, 5000 a bordo, más de 100.000 toneladas de desplazamiento, aviones/helicópteros, air wing variable con unos 250 pilotos/ NFO de primera, puede llevar más de noventa aeronaves, normalmente menos, operativas, todo tiempo, listos para combatir. No hay una máquina como esta clase de buque de guerra, caro, vulnerable, que nunca navega solo
A su comandante, piloto de helicópteros y reactores, elegido para la gloria, con experiencia operativa en portaaviones, le han quitado el mando. Había 114 de la dotación diagnosticados con covid-19, el buque regreso a Guam, los desembarcaron, han tomado medidas pero su comandante a casa. The New York Times, poca amigo de la actual administración, sin revelar fuentes, afirma que antes de hacer pública su carta a un periódico, el comandante había informado a su mando del problema. La publicó porque no le hacían caso. La US NAVY no gusta de estas cosas, hay que seguir la cadena de mando, lo consideran falta de liderazgo. Los medios, hablan del sacrificio de una carrera por su gente.Y son medios que están habituados a ver morir a las personas. Pug Henry pondría cara de palo y se callaría para si.
Muy interesante tu publicación!
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