Don Miguel era bastante marinazo desde aquello de la más alta ocasión que vieron los siglos, dicho como solía. Quijote, II parte, Sancho en su visita a las galeras en Barcelona, al
contemplar las maniobras, del comitre con el corbacho o rebenque
mosqueando las espaldas de la chuma y alargarse poco a poco a la mar, expone su opinión:
"Estas si son verdaderamente cosas encantadas y no las que mi amo dice"
Vida a bordo de un buque, navegar, encerrado, rodeado de agua, un día, otro, muchas veces sin oler tierra, tiene algo de confinamiento. Misma gente, rutinas, comidas, espacios limitados. No es lo mismo un buque de guerra que un mercante, un submarino, si es balístico mejor, que un portaaviones clase Nimitz, ni un superpetrolero que un velero, nada como el Queen Mary II o el JJ Sister de mi niñez que me parecía el Titanic. El tamaño cuenta. La época del año cuenta, la mar, hemisferio, imprevistos, cancelación de escalas, cuentan, problemas personales, al final es un espacio cerrado, limitado. En otros tiempos fue mucho, mucho más duro, como todo, ahora hay muchos sistemas de comunicaciones, no pasan semanas aislados, para bien para mal. El caso es que las navegaciones se pueden alargar, como esta coyuntura, conviene estar preparados, pensar, sacar lo positivo, en medio de los muertos, manejo de la situación por la mayoría de los políticos directamente implicados, ¿y los otros?, liderazgo, sensación de descontrol, datos inexactos, número de infectados, condiciones, ausencia de vacuna, capacidades del covid-19, medicamentos, material, protección, equipamientos hospitales. ¿Qué es lo positivo de este confinamiento? venga pensemos...señores.
Que tal que vamos a aprender, no cometeremos los mismos errores, los más jóvenes nos mejorarán, estaremos más preparados la próxima vez.
Dejaremos de preocuparnos por asuntos triviales, superfluos, seremos más humanos, libres, trascendentes, honestos, trabajadores, estudiosos, reflexivos. Nos concentraremos en el esfuerzo común, comunidad de objetivos. Prestaremos atención a los avisos de la naturaleza, etc...
Vida a bordo de un buque, navegar, encerrado, rodeado de agua, un día, otro, muchas veces sin oler tierra, tiene algo de confinamiento. Misma gente, rutinas, comidas, espacios limitados. No es lo mismo un buque de guerra que un mercante, un submarino, si es balístico mejor, que un portaaviones clase Nimitz, ni un superpetrolero que un velero, nada como el Queen Mary II o el JJ Sister de mi niñez que me parecía el Titanic. El tamaño cuenta. La época del año cuenta, la mar, hemisferio, imprevistos, cancelación de escalas, cuentan, problemas personales, al final es un espacio cerrado, limitado. En otros tiempos fue mucho, mucho más duro, como todo, ahora hay muchos sistemas de comunicaciones, no pasan semanas aislados, para bien para mal. El caso es que las navegaciones se pueden alargar, como esta coyuntura, conviene estar preparados, pensar, sacar lo positivo, en medio de los muertos, manejo de la situación por la mayoría de los políticos directamente implicados, ¿y los otros?, liderazgo, sensación de descontrol, datos inexactos, número de infectados, condiciones, ausencia de vacuna, capacidades del covid-19, medicamentos, material, protección, equipamientos hospitales. ¿Qué es lo positivo de este confinamiento? venga pensemos...señores.
Que tal que vamos a aprender, no cometeremos los mismos errores, los más jóvenes nos mejorarán, estaremos más preparados la próxima vez.
Dejaremos de preocuparnos por asuntos triviales, superfluos, seremos más humanos, libres, trascendentes, honestos, trabajadores, estudiosos, reflexivos. Nos concentraremos en el esfuerzo común, comunidad de objetivos. Prestaremos atención a los avisos de la naturaleza, etc...
Y espero que haya una cruzada democrática para sustituir al Gobierno
ResponderEliminar