jueves, 21 de noviembre de 2013

Humor y formas de ser.

Existe un programa muy antiguo de la televisión US llamado Saturday Night Live, el famoso SNL. Tienen sus tendencias o gustos políticos naturalmente. No cabe duda de que los grandes cómicos norteamericanos, actores cómicos y algunos dramáticos, han salido de sus filas y siguen brotando con fluidez. Inlcuso presentar o "hosting SNL" es un honor, un reto y muchos lo hacen por divertirse, la última Lady Gaga. Y es que verles en directo, con unos guionistas brillantes, les permite dar lo que tienen dentro y lucirse. Hay un club especial, "Five Timers Club", donde están los que han presentado más de cinco veces en la historia el programa y hay unos nombres dignos de leerlos.
Alec Balwin, Steve Martin, Bill Murray (al que una vez conocí con placer ), Christopher Walken, John Goodman, Ton Hanks, Elliot Gould, Paul Simon, Danny DeVito, Drew Barrymore, Justin Timberlake, Ben Affleck. Mucho talento junto, ingenio variopinto.
Se han metido con mucha gente, siguen metiendose, lo harán hasta que desaparezcan. Al presidente Bush, hijo, lo brearon, (Will Ferell le imitaba genialmente), siempre hay alguien brillante que imita al presidente de turno y los buenos políticos (escasos) no tienen miedo de ir al programa y se hacen más queridos. Senadores, congresistas, alcaldes, governadores se someten al tercer grado del directo, sobre todo los valientes y aquellos que no ocultan nada, aunque se equivoquen.
En España, las comparaciones son odiosas, hay mucho talento de cómicos, el chiste está en la calle, nos reímos de todo el mundo, excepto de nosotros mismos. Creo que hay que reirse de uno mismo y tomarse la vida con humor. Incluso hay un hombre, doctor en medicina, cómico, escritor de libros, presentador de programas, incisivo, gracioso, con sentido del humor que se llama Wyoming, grande o pequeño no lo sé, curiosamente nombre norteamericano, que destila un odio genérico hacia un partido político y muchos ( por no decir todos), de sus miembros. Hace reir a la gente, lo ha hecho durante mucho tiempo. Tiene agudeza y razón en muchas cosas. En su honradez personal destila resentimiento, odio y está anclado en el pasado, es pesimista y se acerca a la línea dramatica/trágica/fatalista de Larra o Don Miguel de Unamuno.
¿Somos incapaces de ponernos al día unos y otros? ¿De reirnos y seguir progresando? ¿De olvidar?

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