Esto del genoma no ha hecho más que empezar, a mi me parece como un filón inagotable donde nos creemos que no hay final e iremos encontrando las respuestas a muchas preguntas.
En parte será así; la búsqueda durará mucho tiempo y luego aparecerá otra ruta de exploración. Seguramente en ese universo de galaxias y estrellas, de agujeros negros, que parece enorme e infinito, nos dedicaremos durante muchos siglos a buscar. No se bien lo que buscamos, pero casi siempre son respuestas.
Lo del genoma es como una retrospección y los de las explosiones cósmicas una expansión.
¿Habrá una lógica en todo esto? ¿Qué tipo de lógica?
Cuando me aprendí las leyes de Mendel, el fraile agustino-moravo, que decía mi libro de texto, todo era más sencillo con los guisantes. Tres leyes resumían el futuro.
Mucho se ha avanzado; ya tenemos el genoma o secuencia de distintas especies, tenemos ( o tienen los que saben) el genoma humano desde 2003, me parece. Sus aplicaciones son como unos recursos inagotables, con el sueño de hacernos eternos, inmortales.
En los cromosomas de las especies, están los genes y su secuencia. Ahí esta todo
¿Todo realmente?
Bueno la complejidad del ser humano quizás vaya más allá de lo que puede explicar la ciencia.
Y las distintas especies que pueblan, o poblaron el planeta Tierra, siguen en su lucho por sobre vivir o no desaparecer. En estas Españas hay un animal que encontró su nombre en nuestra península, desarrollo sus aptitudes y que le cuesta adaptarse a los tiempos.
Ahora leo que los linces ibéricos tienen dañado su genoma por su escasa población, habitat reducido y endogamia, Vamos como el orangután de Birmania que las pasa canutas y muchos otros que sólo existen en los libros. O como los independentistas que siguen pautas semejantes.
Al hombre, ya no hablo del hispano, ni del catalán, vasco, de independencia, no se cuanto le queda como especie, pero debería prestar más atención al lince ibérico, ese colega en extinción
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