No es nada original, el fin del año 2016 se aproxima y los medios se dedican a hacer balance. Supongo que depende de muchos factores, como todo, y por lo tanto los tópicos florecen como siempre.
Son balances globales, en un mundo globalizado; los pensamientos individuales los dejan para el individuo que a solas consigo mismo, pasa revista a lo que ha dado de si este periodo.
Aparecen los nombres de siempre, el triángulo Obama/Clinton/Trump, que simbolizan la impotencia; el Brexit, los refugiados, crisis, guerras, muertes relevantes/impactantes (por edad lógica la mayoría), terrorismo e intentos de paz, Juegos Olímpicos y las cosas de las Españas, casi todo el tiempo con un gobierno en funciones, crisis del PSOE, corrupción en el banquillo.
También conceden premios a futbolistas, vuelven a hacer clasificaciones y cualquiera, como yo, opina. El Madrid ganó la Champions como otras veces ¿Y...?
Pues me parece, que con matices diversos, lo esencial no ha cambiado.
Lo único claro es que al ser humano le cuesta mucho cambiar y no sabe como hacerlo. ¿La vida, sigue siendo una mierda cuando lo piensas seriamente, como decían los Monty Python? Seguramente hay mucho de humor inglés, mezclado con la edad y algo de gin.
En el fondo es mucho más simple. El ser humano es perecedero, no muy inteligente, limitado, lleno de miedos, fobias y traumas y va perdiendo inocencia, chispa, gracia, con los años, rodeado de sus egoísmos, frustraciones e impotencia. Le falta sentido del humor y sobre todo no mirarse tanto al ombligo. Nos falta contemplar, hacer y pensar más en los demás.
Lo curioso es que al principio, cuando se es niño las cosas son y se ven diferentes.
Se va echando barriguita, envejeciendo, y a lo mejor se presta atención a hacer deporte, comer más sano y moverse; algunos lo hacen, otros no encuentran compensación, se aburren y vuelen a las andadas. Esto entre el personal de la parte civilizada/próspera/occidental que no pasa hambre y tiene opciones, hay todavía millones que no pueden elegir.
Sin embargo, a lo largo del año, cada día, hay momentos de luz, en detalles insignificantes, que no son noticia.
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