Mi búsqueda continua ha sido por la palabra, en el momento adecuado, el lugar oportuno; la palabra encierra una fuerza increíble y es una arma espléndida.
También es un don, un don escaso.
Al cerrar los ciclos se buscan los resúmenes como epitafios anuales para cubrir un programa de cotilleo y prensa amarilla- cada vez más abundante-.
Una palabra para acabar el año, o un nombre o un acontecimiento; siempre con la tendencia a resumir, condensar y simplificar, sin aprender que casi todo es mucho más complejo de lo que parece o más sencillo, depende de lo sabios que seamos.
Lo vulgar se queda en el término medio como el conformismo.
Han elegido la palabra populismo, alejada de la defensa de los intereses populares y cada vez más equivalente a camelo político donde tratan de incluir a Trump, el Brexit y Podemos; como si todo fuese tan sencillo.
¡Pobre pueblo !
Of the people. by the people, for the people.
Hermosas palabras.
El caso es que el pueblo es utilizado para hacer cosas en su nombre y el populismo recibe honores de Oscar de medio pelo y ojalá sirviese para ser menos populistas, demagogos o simplemente ilusos necios y testarudos.
Feliz año nuevo.
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