Tengo que viajar, irme a Londres una temporada, y no voy a la boda real, no me han invitado. Menos mal, porque no tengo que ponerme.
Resulta que llega una de esas cosas que no le importan a nadie y parece que el mundo gira sobre el acontecimiento. No va a significar nada, ni va a cambiar nada, no va a reinar, y si reinase no podría cambiar nada, sin embargo se vende o lo compran. Claro que el mundo vive en sus cosas y a lo mejor estas noticias ponen un algo de otros tiempos, que es lo que busca el pueblo metido en su supervivencia.
Leí un comentario amplio, un pequeño estudio, sobre una persona excepcional por parte de alguien que se siente fascinado por su personalidad y comportamiento. El estudioso llegaba a la conclusión que el estudiado siempre había tenido muy claro, desde el principio de su vida, el comienzo, lo que tenía que hacer y porqué.
El resto se lo había tomado con calma. Quizá esa es la clave.
Me puse a pensar en cuantas personas conozco que me den la impresión que siempre han tenido muy claro lo que querían hacer. Podría hablar de lo que querían hacer con su vida, en que actividad desarrollarse. No conozco demasiadas. cierto que cada vez pienso que conozco menos a la gente, que casi todo lo que conozco es superficial.
Di con una. Esta persona es simpática, agradable, educada, amable. No le gusta discutir, ni pelearse. Hay un par de cosas que ha tenido muy claras en su vida y cuando ha tomado una decisión lo ha hecho sin dudar. Estas decisiones han marcado un poco su futuro, pero ha seguido agarrada a esas elecciones libres. El resto es un poco no sustancial para ella, digamos. Es muy natural, tiene como un don de no mancharse ni en el lugar más sucio, no contaminarse. Será envidiada y aceptada a la vez.
¿Y los que no tenemos ese don?
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