jueves, 11 de marzo de 2021

Algo de miedo siempre hay.

Me voy a tomar un descanso de royals, aunque habrá otros capítulos, ya veremos si hay nuevos hechos porque lo previsible es que nos brearán con opiniones. Al mismo tiempo sigo observando que el pecado capital del mundo moderno, el mundo sajón, en USA, es ser políticamente correcto, o falso, o hipócrita, unido a una falta de rigor a la hora de ponderar, no sólo entre los políticos; resulta raro encontrar a alguien que transmita, ya sea brevemente, cierta verdad, aunque siempre nos preguntemos ¿qué es la verdad? Al menos cierta verdad, honestidad, coraje, valor, jugársela, a pesar del miedo, fantasmas o temores que todos tenemos. Se necesita algo de valor para tirar un penalty decisivo, si te pones nervioso, no eres tú, el portero no se pone tanto, te lo para; eso sucedió en un partido de Champions donde el que algunos dicen mejor jugador del mundo, otros más radicales mejor jugador de la historia, con lo complicado que son estas comparaciones, no estuvo acertado. Lo cierto es que yo vi a otro llamado Maradona que iba de otra forma, talante, a golpear la pelota, iba con una insultante superioridad. Bueno Ayuso que no juega al fútbol no tiene miedo a asumir responsabilidades, o no lo muestra, ni a lo mejor tiene grandes estudios o grandes cualidades intelectuales, se planta ante la vulgaridad general, se remanga y dice basta. Ya veremos si acierta, si le apoyan, si la entienden, ya veremos, pero al menos tiene esa satisfacción extraña hoy, de he hecho lo que debía. Alguien se ha quedado blanco, pálido, petrificado, continúa en sus vueltas alrededor del meollo.

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