Calumnia, que algo queda.

Según el diccionario calumniar es: atribuir o imputar falsamente a una persona palabras, actos o intenciones, con el fin de causarle daño o de perjudicarle. Hay un significado específico en cuestiones de derecho. ¿Cómo voy a hablar de algo que no he visto no he oido, de lo que mucha gente opina? Puedo opinar del documental, cuatro episodios de profesionales de HBO en USA de Farrow vs Allen, un director muy condecorado, una actriz muy famosa, y no se a qué atenerme; en nuestros lares son dos que nunca he sabido lo que han hecho con sus vidas. Lo cierto es que hay mucho negocio, de unos y otros, en ambos casos, hay también una manipulación de la opinión pública, hay eso que llaman juicio mediático que no se si sirve realmente para algo; los espectadores se ponen del lado de una de las dos partes, condenan o absuelven, como en un juicio, sin juez, jurado, fiscal, defensor, nada bueno puede salir de esto. Además los temas tratados son pedofília, abuso de menores, maltrato. Es decir hay menores implicados directa o indirectamente, no sólo los supuestos mayores de edad dueños de sus actos. No cabe duda que en todo esto hay un negocio, audiencias, dinero que reciben los protagonistas, directa o indirectamente. En ambos cotilleos, mediáticos les llaman con mucho eufemismo para evitar decir poner el cazo, caiga quién caiga. Estas cosas suceden en el mundo occidental, llevan mucho tiempo sucediendo, lo curioso es que ambos relatos tiene un pasado judicial, han sido ya tratados en los tribunales, en el episodio USA en dos estados diferentes; las dos democracias, sus sistemas, ofrecen garantías para pensar que en ambas ocasiones se ha actuado conforme a la ley a no ser que se presenten nuevas pruebas, no que se salga a hablar en una cadena de televisión o se den cuatro largos episodios filmados por premiados profesionales. No es edificante.