Eso que llaman terremoto en la política sería una anécdota si todo quedase en adjetivos, o en puras denominaciones como derechas, izquierdas, centro; calificaciones que muchas veces pretenden justificar lo injustificable, que dejan al personal tan contento. Plantear una moción de censura sin tener atados y bien atados los apoyos, cuando la contabilidad es muy ajustada, puede no salir bien, hay errores de cálculo imperdonables. Lo de Cs en Murcia me suena a CSNY o Crosby, Stills, Nash & Young, en su disco "Déjà Vu"; el ridículo puede ser grande, intervienen los tránsfugas como en otras situaciones que se justifican siempre en circunloquios incomprensibles, un verdadero gatillazo; no obstante independientemente de mi ignorancia, lo que suena ha visto y oído es esa búsqueda del centro en la política española que en el fondo es simplemente encontrar votos para vivir una temporada con el politiqueo, la temporada puede ser más o menos larga, incluso pueden llegar a ser muchos los votos. En este panorama hay demasiados partidos políticos, demasiados vividores de la política, poca substancia. Lo de Ciudadanos tiene pinta de naufragio, no se bien quién es el capitán, ni si la banda está tocando alguna melodía, pero los que viven de esto empiezan a preguntarse sobre lo suyo, sálvese quién pueda, lo cierto es que esa postura de irse al puente, reconocer lo inevitable y esperar a que el agua alcance sus terribles objetivos requiere una dignidad poco visto en esos personajes del politiqueo.
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