miércoles, 31 de marzo de 2021

Jueves Santo.

Jueves Santo de pandemia, como ha habido otros Jueves Santos de guerras mundiales, civiles, epidemias, tragedias, desde hace casi dos mil años. no hay certeza absoluta en la fecha precisa, últimamente eran de vacaciones, puentes largos, operación salida, retorno. Los Evangelios sitúan la última cena la noche de un jueves, en cuanto al año los sinópticos (Mateo, Marcos, Lucas) y Juan discrepan, no hay otras evidencias. En el 30 d.C la situación en Jerusalén alrededor de Jesús cada vez era de mayor hostilidad por parte de las autoridades, las religiosas. Probablemente lo de Lázaro ocurrió cerca, familia muy conocida, testigos, inaceptable por su rotundidad. Quiso despedirse en una cena con sus discípulos cercanos, una celebración conforme a la religión judía; ese jueves quizás seis de abril, al comienzo del catorce día de Nisán, primer mes del calendario bíblico hebreo, el día de la preparación de la Pascua, la salida de la esclavitud en Egipto, según las estimaciones de la liturgia judía. Al terminar aquella cena fue prendido en Getsemaní y ya todo se precipitó a gran velocidad por la celebración de la Pascua judía, el Sabbath, en una ciudad cuya población se multiplicaba exponencialmente con los peregrinos; del lugar de la cena a ese huerto de los Olivos, milenarios, verdaderamente hermosos. Eran mil metros aproximados de repechos, seguramente todos, menos uno que había salido a hacer "lo que tengas que hacer", iban cabizbajos intentando descifrar lo que habían escuchado, lo que habían vivido, quizá sin imaginarse lo que les quedaba por vivir. Veían, escuchaban, sentían, junto a un hombre, como ellos, que siempre les sorprendía, incluso durante la cena les había sorprendido. todos se preguntaban desde hacía tiempo quién era, algunos habían visto cosas extraordinarias realmente, aún así tenían miedo, dudaban. No es de extrañar lo que nos sucede a nosotros.

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