La jornada de reflexión para un pueblo que no suele hacerlo.

Hay buen tiempo general en las Españas, se acerca el invierno, pero las temperaturas permanecen altas; no llueve a gusto de todos, en realidad llueve poco.

Oigo mucho la palabra "apasionante" sobre la campaña electoral que acaba, palabra pronunciada por los propios profesionales de los medios, repetida para que el público se lo crea; esos mismo medios que consumen su tiempo en Kiko Rivera, la Pantoja, Belén Esteban o la Preysler que no sabe a quién votará Mario. 

Un extraterrestre, un corresponsal extranjero, podría servirnos para el cuento, aterrizó en las llanuras de esta península y se dedicó a oír lo que decían los candidatos.

Los del poder actual, populares, hablan del esfuerzo para no salir del Euro, del desgaste, la herencia envenenada y no quieren hablar de esos casos de corrupción que salpican de una manera u otra a casi todos. No se han renovado lo suficiente.

Los socialistas de toda la vida viven de las rentas, han puesto a un cómico mediocre, papel aprendido-guión flojo, a desarrollar el personaje que piensan no destrozará la herencia demasiado; se desangran por falta de iniciativas. 

Los nuevos debaten en plan cool hispánico, uno se pronuncia entre ejemplos de frases de fútbol, que parece ser lo que atrae al país, lista de errores escandalosos-casos de corrupción, y una revolución de cosas eternas compaginadas con el día a día en un cocktail de tintes pseudo mesiánicos; otro procura mostrar su posición equilibrada, sin extremismos, ni revoluciones absurdas, ni nada que no sea pensar que la política no es más que la menos mala de las maneras de resolver los problemas de los ciudadanos.

Lo raro es que nuestro visitante extraterrestre observa que se dedican 24 horas a reflexionar, en los mismo bares, los mismos de la caja tonta aparecen, con la tapa y la cervecita, los partidos de fútbol se juegan y alguno se refugia en Cervantes o Quevedo, ante la histórica repetición de no reflexionar todos los días.

Nuestro visitante pide una manzanilla de Sanlúcar y unas aceitunas porque no le gustan las tapas extremas, no puede votar por su condición de ente extraño no censado.