jueves, 24 de marzo de 2016

Tres dias que cambiaron el mundo.

Alla por el 783 despues de la fundacion de Roma podria ser cuando crucificaron a un hombre llamado Emmanuel, un viernes; el hombre era joven, alrededor de 33 y no estaba claro su delito.
Los que le conocieron hablaban bien de El, no habia hecho ningun mal y en sus actos lo demostro; no se mezclaba con las cosas de ese mundo judio bajo el yugo romano; su reino no era de este mundo y le condenaron por las leyes y acusaciones de un pueblo sometido a Roma.
Al Procurador le daba igual, no queria follones y su experiencia le dictaba que los delinquentes criminales o revolucionarios peligrosos son y se expresan con otras formas y lenguaje. No obstante contentar a la plebe le costaba bien poco, total una vida menos.
Al final la sentencia se ejecuto.
No hay testimonio grafico, nada de periodistas al pie de la noticia; las ejecuciones podian contemplarlas los ciudadanos del pueblo sin pagar y eran un espectaculo.
Los testigos que escribieron parece ser que eran sus amigos, sus discipulos y le querian; tambien Su Madre se encontraba alli, como una madre cualquiera que ve a Su Hijo condenado por ser un criminal.
Al parecer se habia despedido de sus amistades cercanas en una cena para celebrar la Pascua judia. Llego la oscuridad, dudas, pena, desasosiego, todos los sentimientos que rodean la muerte de las personas queridas. Sin embargo ese hombre era diferente, hablaba diferente, miraba y se comportaba diferente.
Les habia dicho a sus amigos " Yo estare con vosotros hasta el fin de los siglos".

No hay comentarios:

Publicar un comentario