En una elucubración anterior prometí completar mi alusión a "Margarita se llama mi amor". El caso fue que aburrido de la monotonía aplastante de los ministros a la hora del café, después de comer, en lugar de una cabezada, intenté ver esa obra cinematográfica. Me gusta el cine, imágenes, donde sale Madrid cuando era pequeño, reconocer lugares, tengo muchas favoritas. De esta película no recordaba nada, aunque conozco la canción. Vicente Escrivá guionista, luego director, productor, se metió en la comedia, estamos en 1961. No alcanzó el nivel de "Recluta con niño", "Cateto a babor", "Vente a Alemania Pepe" o los Goya que ganó posteriormente. No tengo mucha idea de lo que pretendía con este largometraje. No debía de haber muchos duros disponibles antes de alcanzar el plan de desarrollo de los 25 años de paz. Eso si, Margarita, la actriz, estaba cañón, como Marilyn Monroe en aquella tentación. La cámara parece anclada para filmar el ministerio del Aire, o sus soldados, donde estuvo la cárcel Modelo, alojamiento compartido por mi abuelo y su hijo, hasta el incendio de agosto del 36 y la simultanea/posterior matanza, de la cual se libraron. Siempre me contaban la historia saliendo por la carretera de la Coruña. Sale mucho el tranvía, las nuevas Facultades de la Ciudad Universitaria, los estudiantes que no estudian, la tuna que no es como la de mi amigo Juanjo, un italiano es el soso protagonista. JL Ozores y Pepe Isbert se salvan. La protagonista es de una familia adinerada, influyente, alquilaron un descapotable rojo para ir Margarita a clase, aunque sea invierno, viven en una casa que parece un Parador Nacional regentado por un descendiente de San Martín y hablan raro. La madre, Margo Cotten, exótica, es muy snob, llama desde el Polo Norte o la Selva Amazónica todo el rato. A los que conozco de mi familia, que se dedican a escribir de cine, visto lo visto, les recomiendo seguir perseverando. No me pude dormir, ni acabarla, Madrid siempre salía en el mismo plano desde un montículo cerca de donde se cargaron los suyos al camarada Durruti. Espero que la siguiente sea "Los tres de la Cruz Roja", "Manolo guardia urbano" o "Los Tramposos", así a bote pronto.
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