lunes, 8 de febrero de 2021

Tampa y Cicerón.

Me han mandado un whatsapp que refleja las actividades que son de riesgo clasificadas desde bajo, variantes de moderado hasta alto, no quiero ni mencionarlo porque no conoces la fiabilidad de la fuente. Uno de los peligros máximos es ir al teatro, y he ido. Teatro de La Latina, ya sin Lina Morgan en el Madrid castizo de mis abuelos, lluvia, sobre "Mi amigo Cicerón" con un excelente, convincente, JM Pou. Normas  cumplidas, tres actores. Puede que me haya gustado la obra, el espectáculo, los setenta minutos valen la pena, porque el gran personaje del siglo I AC llamado Marco Tulio Cicerón, personalidad de altura en época de grandes hechos, siempre me pareció dudoso, un tanto ambiguo, un poco cobarde, con la república siempre en su boca pero es que los otros César, Antonio, Pompeyo, Brutus, Casio, el gran Octavio, aquellos grandes de aquellos tiempos, también eran humanos. Cicerón tiene frases definitivas sobre hombres y comportamientos, él tampoco fue perfecto. No acabó mi noche ahí me quedé hasta las 0415, cuando la diana suena a las 7.00, para ver la Superbowl, no por ver los tres magníficos aviones, modelos distintos, usos muy diferentes, que probablemente despegaron de McDill AFB donde pasé un tiempo, sobrevolando el estadio, US himno al tiempo; el espectáculo supuso la victoria de Tampa derrota de los presentes campeones Kansas, gloria eterna para Brady, una defensa enorme de los Buccaneeres que podrían haber sido MVP de equipo, muchos detalles como las dos ausencias en los Chiefs y sobre todo,  para mi gusto, la calidad exquisita de Patrick Mahones el quarterback perdedor que lo intentó de todos las maneras a sus 25 añitos como Octavio entrando en sus tiempos. El gran Brady debería decirle: eres bueno, te dará para vivir.

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