miércoles, 5 de mayo de 2021

Pongamos que hablo del Madrid.

Es bonito el amanecer en el Pacífico, luego derrota justa, tristeza, hemos hecho lo que hemos podido, esto es fútbol, nos han ganado bien. Al alba vincero, vincero, me gustaba oir "Nessun dorma" en Chamartín, antes del comienzo de los partidos, con esas imágines de goles nuestros, acciones, jugadores, esos que llaman leyendas, palabra exagerada inapropiada ya que la leyenda tiene un mucho de mentira, casi cualquier leyenda, los expertos deportivos, o no, la utilizan a menudo, hay demasiadas leyendas.  Estoy orgulloso de mi equipo, el Chelsea es justo vencedor, mejor como equipo, sin errores, excepto goles casi cantados o intervenciones de Courtois, bien dirigido, se lo merece. Ahora que el Madrid ha jugado en Londres contra el Chelsea, alineación con limitaciones, me acuerdo de Modugno, sus canciones en San Remo. Aquel Piove, "Ciao ciao, bambina", 1958, aquella final de Bruxelles de las mejores, con unos jugadores italianos extraordinarios, adiós a la Champions. Volare,  como el triunfo,"Nel blu dipinto di blu", 1959, la cuarta copa, sin mucho ruido, Puskas apartado por el entrenador, cosa rara, se fue ese señor. La Lontananza, "il recordo che il nostro discorso", 1970, nos eliminaron en octavos, llegaron esos que se llamaba no habituales a las semifinales, a ganar, que también tienen derecho, su coranzoncito, como el ganador Chelsea. Il vechio frac, 1955, cuando empezaba a hablarse de la Copa de Europa."Ha il cilindro per cappello, due diamanti per gemelli, un bastone di cristallo, la gardenia nell'occhiello e sul candido gilet..." Un elegante romano se suicida como un señor tirandose desde un puente en la Roma eterna, nosotros hemos caído en combate, sólo queda incorporarse, mejorar, ganar otra vez, otra vez.

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