domingo, 30 de mayo de 2021

B.J.

No soy nadie para hablar sobre Boris Johnson, es el primer ministro del Reino Unido y bastante gilipollas en mi opinión, que no vale un pimiento, creo que miente más que habla; no es un político fiable y sin embargo ha sido votado en su partido por su pueblo. El otro día me dijeron por estas tierras que el inquieto de Boris se había casado por tercera vez, es libre de hacerlo, me importa un pepino, afortunadamente. El caso, me explicaron, es que era católico, renunció en Eaton porque su fe no estaba clara (?) se hizo de la Church of England que lo debió tener muy claro, se ha divorciado dos veces y últimamente, supongo que arrastrado por su señora, se ha casado por la Iglesia Católica porque canónicamente puede hacerlo. Como se ve un individuo de firmes convicciones, del cual te puedes fiar. Dice que su héroe era el gran Pericles, ni eso le creo; quizá si hubiese vívido en el siglo XVI junto a Henry Tudor hubiese sido un simple carnicero en un pueblo cerca a Kent. En el fondo es un tipo con suerte, primero porque mi opinión le importa un bledo, segundo porque si hubiese estado cerca de Henry VIII no hubiese legado a Lord Chancelor como el cardenal Wolsey, Sir Thomas More, Cronwell o Thomas Wriothesley o si, ya que los dos últimos supieron adaptarse a las creencias /intereses políticos del monarca, aunque pasando luego por la Torre y el verdugo francés, los que mejor cortaban cabezas en Europa.

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