lunes, 24 de mayo de 2021

Sorolla.

Hoy en mi paseo por la larga playa que tengo muy cerca no había personas ni perros, bueno con algún personaje me he cruzado; día de semana por supuesto y viento, predominaba el SE de casi todos los días que rolaba con rachas más fuertes al sur, bajaban algo las temperaturas, la sensación térmica también se notaba; aquí el frío viene de la Antártida, aún así 22 grados y la arena que se levantaba mientras las olas jugaban en la orilla, caprichosas, en unos diseños de desierto Sahariano, la plena bajamar se alcanzó a las 1145, hay unas pizarras que te comunican todos los días las noticias, aconsejan o prohíben lo que hay que hacer para que no haya accidentes; una playa enorme desaprovechada del turismo de Martínez Soria, ese gran invento, o muy aprovechada para disfrutar de la belleza, no se puede acaparar todo. Te cruzabas con pocos paseantes, a lo lejos dos surfistas  con su vela jugaban por encima de las olas. Es curioso como cambia la mar todos los días, al menos en su superficie, en el cielo por encima, lo que hay debajo no se sabe, los bichos, grandes o pequeños, continúan con su vida normal, sobreviviendo. No es el Mare Nostrum en ningún sentido, que cuando se enfada se enfada, gran intensidad, dimensiones distintas, guerras y Pax Romana que ahora con todas esas plataformas encargada de cambiar la Historia y los hechos históricos seguro que buscan otro nombre. Sorolla no vino por aquí, no se que hubiese captado su ojo, pincel, talento, pero la belleza esta toda ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario