sábado, 12 de febrero de 2022

Namaste.


Namaste, creo que viene del sánscrito, significa algo así como que te inclinas ante alguien, se utiliza al final de las sesiones de yoga, podríamos decir también que es una gilipollez si no sientes lo que dices. A mi el yoga me gusta mucho, se precisa un buen profesor o maestro; hay muchos tipos de yoga, pienso que es algo bueno, sano, sienta bien ese tipo de ejercicio que puede llegar a ser muy intenso, la respiración, concentración es esencial. En Los Angeles hay mucho yogi, ( también podría decir que mucho gilipollas en  su mundo californiano vanguardista/liberal/políticamente correcto/fofo que diría Millán, pero sería ofender), no debe ser mal negocio; algunos parece que acaban de llegar de algún lugar de la India. Si eres vegetariano genérico, algún tipo  o variante, por ejemplo que te guste decir que te sientes vegano, te defines así, pero te gusta el hojaldre de Mallorca, claro que para eso tienes que vivir en Madrid, u otro lugar de España con las pastelerías que fundó el señor Moreno  en 1931; prácticamente sólo nos llamaban la atención los torteles y las chicas, ¿pudiese ser que costasen 1.50 pesetas cuando comenzamos a perseguir a las niñas de Serrano que poco a poco nos hacían caso? Ahora me doy cuenta de la cantidad de oportunidades que perdí por no saber decir Namaste o preferir un tortel a una sonrisa. Las ensaimadas las dejaba para Ibiza.

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