En LA hay un museo, bueno hay varios, este se llama The Broad, lleva el nombre de un señor fallecido no hace mucho, un filántropo, un billonario, la revista Forbes colocaba su posición fuera de los doscientos primeros; eso si junto a su primer/única esposa, regaló o donó más de mil millones de dólares. Mr Broad y señora los donaron para cubrir los gastos, más su colección particular de Arte Moderno iniciada en los sesenta, un Van Gogh en los setenta, con alguna pieza fantástica frente a otras no tanto, eso si todas pagadas a precio de oro. La entrada es gratis, está casi pegado al Walt Disney Concert Hall de Frank Ghery en ese Downtown recuperado, el edificio es bello. Nadie ha dado tanto dinero para un museo en LA excepto lo de Getty, algo realmente único. Eli Broad venía de una familia de judíos lituanos de New York, se fueron para Detroit, empezó en la construcción para llegar a ser un próspero hombre de negocios, el sueño americano, se movió por varios lugares de USA para acabar en Los Angeles; empezó a intentar darle juego a sus riquezas, no sólo en los negocios, que la gente se aprovechase con proyectos, obras, dedicadas a la educación, becas, medicina, investigación. Ahora hay una exposición dedicada a Takashi Murakami que vende muy bien se cotiza sin llegarme a alma., en medio del aborto que divide o las armas que matan.
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