Le Ballon d'Or que parecía tener consenso por una vez en muchos, muchos, años, corre peligro; menos mal que el merecedor es francés, si fuese hispano a olvidarse, Qatar amenaza. No he tenido motes a lo largo de mi vida, ni en mi barrio de mucho ambiente, calle, aventuras, ni en mis estudios donde muchos venían ya con él; quizá porque no me encontraron a mi el adecuado. Hay motes geniales que definen a una persona. Los motes me gustan, denotan además una confianza si llamas a esa persona como les llaman sus íntimos. En estos USA me llamaron brevemente de una forma, porque había que tener un call sign en los vuelos, como lo de Maverick, a mi no se me ocurría ninguno, les solté el nombre de una isla de grandes recuerdos, de mucho cariño para mi , Ibiza, no tenían ni idea de que hablaba, la pronunciación les resultaba complicada. Ya he contado que un francés futbolero en Glasgow me llevó a un Rangers vs Olympic de Lyon, diciembre de 2007, fue lo más parecido a Ronaldo, el auténtico que he visto, metió dos goles en el 0-3. un tal Benzema. Me quedé prendado. Mi amigo francés dijo que Alex Ferguson ya lo quería ,Sir Alex tenía buen gusto; yo me dije otro que no viene. Afortunadamente estaba papá Benzema, Hafid, natural de Tigzirt Argelia, que llamó a su hijo después de hablar con monsieur Pérez y le dijo a Coco que hiciese caso a ese señor. Le llamaban Coco como a mi mis tíos, y alguna de mis tías, el único mote que recuerdo. En realidad Cocoliso Tragaldabas Ciempozuelos, alias Coco.
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