Ayer vi la película "The Monuments men" y es curioso que no me gustase con todos los ingredientes que tiene.
Lo de Clooney escribiendo y dirigiendo no es garantía de nada, excepto de que puedas tomarte un Nespresso, voluto, en el set de rodaje.
Ocean's eleven y los siguientes tuvieron otros directores, muchos actores amiguetes y se basaban en una película de otra época, la fórmula no siempre funciona. En la epopeya contra los ladrones nazis hay buenísimos actores (algunos pasados de edad y kilos, a pesar del maquillaje y mi admirado Bill Murray haciendo de Bill Murray, como en realidad todos), la presencia de Cate Blanchett, la música de Desplat, todas las inclusiones de documentos fotográficos reales y la posibilidad de quedarte admirando obras de arte en medio de una cueva, acumulados en un exceso de todo. La ayuda del ordenador que te permite desembarcar en Omaha Beach y tener a los acorazados detrás o pasearte cerca de la catedral de Aquisgrán o Aix-la-Chapelle o Aachen con ruinas por todas partes, no han bastado.
¿Por qué?
Porque no basta con que alguien escriba un libro Mr. Clooney, hay que hacer algo más. Al fin y al cabo una buena película comienza con una buena historia, y aquí había una buena historia, pero no está bien escrita. La narración de lo que pasó se ha desperdiciado con esta película.
No importa, si el lado del buen negocio se ha cubierto y la cinta no ha perdido dinero. Es una pena porque mientras hay buenas historias, bien escritas que no acaban de ver la luz. Paciencia.
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