Los bombos mutuos afloran y más con intenciones electores próximas, todo esta en campaña, no son nobles tendencias y en los medios de comunicación peor.
Es muy sano debatir, son muy interesantes los debates; si son de candidatos pueden servir para constatar lo que son estos candidatos, las ideas si las atesoran o qué ofrecen; deprimen cuando se encuentran vacíos de contenido.
Usé internet para ver lo que decían los candidatos de el debate de El País, un periódico serio. Me conecté y faltaba el cuarto.
No llegaban los candidatos a aparecer, era un panegírico de minutos y minutos de como funciona el diario, de detalles que no aportan anda. Sólo había un mensaje claro, la deserción del todavía presidente del Gobierno cuyo atril estaría vacío; además de recalcar lo modernos que son por las redes sociales. Llegué a la conclusión de que usas Twitter o Facebook y ya alcanzas la sabiduría.
Al final mientras hacía otras cosas llegó la parte de los candidatos con la reiterada ausencia mencionada. Fue patético, seguramente aclaro el voto de sus seguidores; empezaron con la guerra ( ¿ qué guerra? ) contra el yihadismo y continuaron sin aportar nada interesante, entre demagogia, sus peleillas y proyectos de buen rollo.
Empecé a preguntarme si el que no estaba era el más inteligente del grupo, como Groucho dándose de baja de un club que admitía gente como él.
El cuarto, el ausente, no asiste por los temas de corrupción en su partido, entre lo difícil de justificar la ignorancia, porque no lo sabía, o sustituirla por tenía la responsabilidad, pero no me enteraba; todo eso le va a pesar como una losa.
Los otros tres, participantes, no guardan cadáveres en sus armarios, nunca gobernaron; el partido de uno de ellos si; este se mueve por dar una imagen cool, carpetovetónico, que resulta falsa sin sustancia sin ideas; los otros dos pugnan entre el sentido común y la salvación eterna de un ateo.
Me dieron ganas de cambiar a la tele que no veo, a aguantar los programas de Susana Grueso, Ana Púrpura, Mari Horror o Javier Me Fui, equilibrado en su sabiduría, que son los unos para los otros. No pude hacerlo.
Recordé a Serge Gainsboroug y Jane Birkin, que cantaba muy flojo, pero que aquello iba de dúo sexual. Lo de El País, iba de trío. Hay uno que me parece va a arrasar. Moi, non plus
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