Tuve ayer una conversación con una señora que se dedica a limpiar casas, con pasaporte de la Desunión Europea, que reside en las Españas porque ve un futuro mejor que en su país de origen; persona de cultura escasa y sentido común que busca aprender, muy trabajadora, formal, sería, creíble; le agrada estar de acuerdo cuando oye que un tipo listo llamado Sócrates, que vivió hace miles de años, dijo lo que dijo sobre su conocimiento.
-Pues tiene razón- comentó.
Y es curioso porque se supone que Sócrates sabía mucho y ella muy poco.
Un niño de 12 años, avispado, inquieto, a sus cosas, pregunta a su padre, clase media-alta, a qué se dedica.
El padre, persona culta e inteligente, le cuenta que por su profesión, tiene que asistir a muchas recepciones, cocktails, copas, que le parecen una petarda y normalmente llenos de momentos falsos y aburridos; el chaval comenta.
-¡ Fenómeno, comes y bebes gratis!
La lógica del chaval me parece aplastante.
Se complica cuando por medio de eufemismos y otras rutas empiezas a explicar la realidad a este chaval, a esta trabajadora.
Eso es lo que me parece que ocurre cuando leo los medios de comunicación que además ocultan intereses y más en campaña electoral. No sólo en las Españas pendiente de una subida de nivel en el mundo de la información.
En USA están de elección de candidatos y el esperpento Trump (con o sin flequillo) asusta porque gana posibles votos. Asusta tanto que asusta hasta a la misma H. Clinton, que se cree ya que va a ser candidata demócrata y competirá con Mr. Trump.
Uno de los argumentos es que ya no hace gracia; a mi nunca me hizo gracia.
Me pregunto si sube solamente por lo que dice de los musulmanes que desde luego resulta políticamente incorrecto y discrimina por temas religiosos lo cual es anti constitucional. Un subterfugio .
¿Qué ocurría si un candidato afirmase que el Islam no es una religión o que es un movimiento con matices religiosos fundado por un político con fines políticos?
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