Puede que sea verdad que lo de acercarse al fin del año encierra algo de nostalgia, acompañada del repaso a lo que ha sucedido en esos 365 días, por supuesto con las cosas de la política, escándalos, bodas-separaciones-divorcios-reencuentros, premios y castigos, goles, defunciones y nacimientos y catástrofes naturales o provocadas por los humanos.
Nos quedan la memoria y los recuerdos, si se eliminan no somos nada.
La vida, la de los personajes, se repasa en la película "Youth" de Paolo Sorrentino. No son gente ordinaria, son elegidos o lo fueron en algún momento.
Es mejor si se puede contemplar la existencia, pasado, presente y futuro, desde un balneario en Suiza, donde se come muy bien, te tratan muy bien y te masagean mejor.
Eso da tiempo para pensar, soñar, recordar o fantasear y ver como se comportan los demás; luego cada uno tiene su drama personal.
Hay una gran belleza en esa película "Youth", estética, paisajes, efectos especiales, música, aunque no se puedan olor las especies los platos, vinos o habitaciones.
Me quedo con la miss Universo en pelota picada, quizás operada, ante la decadencia de Maradona y me gusta ver como casi le dicen No a la reina de Inglaterra.
Sin embargo resulta todo artificial, quizás porque no se trata de gente ordinaria sino de excepciones.
Al final parece que casi todos han fracasado al enfrentarse con la decadencia.
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