Me quedé mirando a cuatro señoras, una iba en silla de ruedas y creo pasaba de 80. Las otras damas entre 50/60 trataban de hacerle pasar el rato con preguntas, diciendo cosas agradables; a ella le costaba hablar, pero quería expresarse
-¿De dónde eres bonita?-
No entendí bien su respuesta.
-Así que eres madrileña- dijo una de ellas.
Por la edad que presumo en la anciana señora, debió nacer en los años treinta, en un mundo lleno de convulsiones, ella podría ser una de las mocitas madrileñas que alegres y risueñas iban a Chamartín a ver a su Madrid. En estos momentos va en silla de ruedas e intenta explicarse, simplemente quiere que le den un poco de charla.
¿Qué queda por hacer en esas circunstancias?
Al lado un emigrante, probablemente de un país sudamericano explicaba que vota a Podemos porque hay que acabar con el bipartidismo, aunque Iglesias le parece que no dice nada, sólo ataca y destaca lo negativo. Debía tener alrededor de veinte años, no sabe mucho de la Historia de España; medio estudia y medio trabaja, tiene buenas intenciones y se cree el mensaje repetido y repetido.
¿Por qué le convencen tan facilmente?
Dylan acepta por fin el premio, no se si lo comunicó ya por email a los de la academia.
Los del New York Times están preocupados por los emails que han aparecido en un ordenador de Weiner; el marido de la famosa ayudante de Clinton, cuya vida sexual ha sido ampliamente difundida con fotos de exhibicionista.
Los de Trump contentos para rebajar distancias pero y la verdad ¿Dónde está?
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