Hace frío en Washington en enero, como siempre en estos días de pleno invierno, si hay viento del norte será peor, hay que ponerse un termal.
Los obreros trabajando para que todo este listo, los técnicos, los de seguridad, las televisiones, mucha gente estará pendiente y supongo que algunos intentarán protestar.
Lo importante es el relevo en la Presidencia de los US, la democracia más influyente del planeta Tierra. Creo que hace el número 45.
Antes en estos dos meses últimos todo ha cambiado al menos en apariencia. El resultado dejó tocados a muchos que pensaban que estaba hecho ¿el qué?
Los candidatos fueron lo que fueron. Uno ya elegido, la otra rumiando su derrota. Las cuentas de Twitter siguen funcionando y no se ha empezado a gobernar. Lo del espionaje me suena a ocupar tiempo en un supuesto protagonismo de los rusos que ya les gustaría tener.
Aquí lo que hay es intereses en juego, intereses políticos y económicos tan viejos como el mundo. Obama, casi siempre, me ha parecido despistado; políticamente correcto, educado y popular, pero no ha dejado la situación mejor.
El verdadero problema, como ya he mencionado, es que el presidente-electo es impredecible.
El Senado de los US tiene que completar el proceso de las nominaciones y ya veremos como salen de este juego político.
Recordemos lo de :"of the people by te people and for the people", lo esencial.
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