Yo tenía un amigo de Alicante, de poco hablar, que gustaba mucho de fuegos artificiales. Es del FC Barcelona a muerte y siempre decía que no hacían política en el club de sus amores.
¿Un ingenuo? ¿Un ciego?¿Una táctica? o ¿Qué le costaba explicarse políticamente en su escaso verbo y bondad? Supongo que un poco de todo.
No obstante, siempre me dio la sensación de simpatía hacia un lado y odio a Madrid; aunque Madrid se resumía a mucho madrileño maleducado, medio hortera, ostentoso presumido ( no era ninguna élite desde luego) que copaban sus playas alicantinas y se atiborraban de su sol y arroces. Trabajadores varios que veraneaban en los sesenta.
Lo escribo porque hay días que no se lo que escribir y me veo en la obligación, el gusto, de forzarme, como en el gimnasio, e intentar algo.
Las palabras no van a arreglar nada y los hechos depende. Casi todo son sentimientos. Ilusiones falsas, sensaciones creadas a niños pequeños, jóvenes que no estudian y viejos de nostalgia trasnochada en un último arrebato, mezclados con leninistas anarquistas, meapilas acomodaticios, honrados soñadores, resentidos, vengadores de abuelos, y un ejemplo de lo que hay en cada casa que no se si saben bien de que hablan, aunque si lo que creen sentir. Ya se ha dicho casi todo.
Aquí se ha lavado mucho el cerebro en una sola dirección y el resto de España no ha hecho nada porque ni lo entiende, ni lo veía un problema propio o lo sufría en silencio.
Es cierto que ningún político ha estado a la altura ¿Por qué van a estarlo ahora?
Los catalanes no independentistas ( no se cuantos son ahora) han ido perdiendo protagonismo, el rol principal es único y totalitario; el pueblo constitucional está a verlas venir con más o menos incredulidad ¿Qué pasará?
Probablemente, mucha gente en la calle a votar, algún lío, follones con la autoridad si esta ejerce su poder y obligación y respuestas contenidas a las provocaciones.
Continuará a peor lógicamente. No hay respuesta del resto.