domingo, 3 de septiembre de 2017

El trabajo no lo es todo, pero que no falte.

Después de pasearme mucho por Manhattan y gozar de Vermont, sus verdes paisajes, lagos y diez grados menos de temperatura, aterrizo en mi pueblo y resulta que Clooney ve un nivel de crispación, ya límite en sus compatriotas. 
Un tanto exagerado y del gusto europeo, este hombre triunfador.
Un país que es todo un continente no resulta tan fácil de digerir. Realmente lo que sucede en otras partes les interesa poco o superficialmente a la mayoría de esos 326 millones de habitantes. El americano normal puede hacer de todo sin salir de estas fronteras y si busca exotismo se va a Hawaii donde impera el dólar.
He hablado con gente que vive en Charlotteville, incluso he conducido un Hyundai con más de 150.000 millas en sus bielas. He pasado junto a la Trump Tower y hay más policías en una quinta avenida a tope. Allá en las Américas, como en todos los sitios, depende del cristal con que se mira. La mayoría de mis interlocutores eran anti Trump, alguno hasta amigo de los Clinton. 
New York, al igual que California, no son representativos. Eso si los medios machacan y para ojearlos no hace falta estar in situ, que para ello estamos globalizados. Les dejo en su fin de semana de Labor day
En las Españas se acerca el momento donde los que gobiernan en la Generalitat siguen con sus despropósitos; leo que Isco se marcó un partidazo e Italia no fue lo que suele o nosotros fuímos muy superiores. Esto está empezando y ya veremos como acaba. 
El público animando nuestros colores como debería ser, sin esas elucubraciones mezcla de sentimientos e intereses. A veces me pregunto las razones del trabajo, del sudor de la frente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario