lunes, 11 de septiembre de 2017

Flushing Meadows, New York, el ejemplo.

"Mientras este sano, adelante".
Pasión por competir, ganas de progresar. Enhorabuena a Rafa Nadal por lo que hace y por como lo hace. 
Creo que sus formas, estilo, manera de afrontar la vida llegan al público por su autenticidad. Van 16 grandes y sobre todo una disposición grande ante la vida.
Autenticidad es una buena palabra. 
¿Qué se necesita poseer para mostrase, ser, auténtico?
Si se trata de un presunto diamante no hay duda de que puede certificarse su autenticidad,  su naturaleza; los cuadros también, aunque hay falsificaciones que hacen dudar a los expertos ¿ y las personas? ¿Los pueblos? ¿sus políticos?
Puedo ver venir a una persona que trata de camelarme, pero si me parece auténtica despierta en mi cierta simpatía. Lo que ocurre es normalmente lo contrario, en el camelo se nota la falta de autenticidad, aguantan, más o menos, y al final se quedan sin fuerza, como el champagne o el cava, para quién le guste.
El Irma llega a Tampa, que bien conozco, y las predicciones anuncian que pierde fuerza.
Todo lo contrario que el ciclón tropical de Cataluña que hoy en la Diada no se sabe por donde entrará. Los huracanes normalmente pierden fuerza al chocar con la masa continental, son como un orgasmo de la naturaleza que a veces se prolonga.
Un catalán me contó un chiste de catalanes que a él le hacía mucha gracia::
"Un marido llega a su casa y encuentra a su mujer con otro en la cama
-Montse, ¿Qué hace ese hombre contigo en la cama?- pregunta sorprendido.
-Virguerías tú, virguerías- responde la sufrida y sedienta esposa."
Mi amigo catalán se partía de risa. Auténtico, muy  auténtico.

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